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Nueras y Yernos: UN NUEVO MIEMBRO FAMILIAR

Frases como: ¡No aguanto a mi nuera! surgen, a menudo, dentro de los hogares familiares. Los hijos políticos tienen otras ideas, gustos o costumbres. Están fuera de la órbita familiar que se forjó hace años.

Ante la boda de un hijo se crea una nueva situación en la familia, pueden surgir tensiones que sólo se irán suavizando con el paso del tiempo. Alguien extraño, el yerno o la nuera, ha venido ha implantarse en el núcleo familiar.

Ante esta situación, los padres deben tener claro que si quieren a sus hijos tienen que respetar su decisión de formar una nueva familia. Quizás, la nueva familia se diferencie de la original en muchos aspectos, dado que hay un miembro de la pareja con otra visión del mundo, creencias e ideas. Los padres tienen que asumir este hecho, y, respetar en todo momento sus actuaciones, sin entrometerse. El respeto debe ser aún mayor con la llegada de los nietos.

Los padres ante el nuevo matrimonio
En los primeros años del matrimonio pueden surgir conflictos dentro de la pareja ya que provienen de diferentes familias, con perspectivas distintas sobre la forma de afrontar temas como: la economía del hogar, los roles que deben adoptar, cómo compaginar el trabajo con la vida en pareja...

En esta fase se siembran las bases de las futuras relaciones entre consuegros e hijos políticos. Si se quiere que las relaciones sean buenas es importante que los padres no se entrometan en la vida de la pareja.

Lo más probable es que quieran orientar a sus inexpertos hijos con su acción y consejo. Sin embargo, han de ser conscientes de que en vez de ayudar pueden estar generando conflictos en la propia pareja y,además, dificultar las futuras relaciones.

¿Cuándo intervenir?
Ante un problema se pueden plantear dos situaciones: que el hijo pida ayuda o consejo a sus padres o, por el contrario, que no comenten nada.

En el primer caso, los padres deben limitarse a sugerir alternativas. En ningún momento, deben considerarse portadores de la verdad absoluta. La decisión última es responsabilidad exclusiva y libre de su hijo/a, nuera/yerno

En el caso de que los hijos no pidan ayuda, y, no tratándose de un gran problema, los padres no deben entrometerse en sus decisiones, actuando como simples espectadores.

La clave reside en pensar en las posibles repercusiones que la actuación de los padres pueden originar en las relaciones conyugales de los hijos.

Y...llegaron los nietos
Si en algún momento hubo conflictos entre padres e hijos políticos con la llegada del primer nieto se diluyen. Es el momento de restablecer la comunicación. El nacimiento del nieto supone una nueva situación familiar. Los abuelos tendrán que respetar el tipo de educación que decidan sus hijos y reforzarla para, así, evitar la aparición de problemas.